MIAMI. Aunque no alcanza el candor de las combinaciones Boston-Yankees, Dodgers-Gigantes o Cachorros-Cardenales, la rivalidad entre los Mets de Nueva York y Filis de Filadelfia es una de las más importantes de Grandes Ligas y en los últimos cuatro años ha estado cerca del punto de ebullición.
Desde el 2006, Mets y Filis se han repartido los títulos divisionales en el Este de la Liga Nacional, pero la batalla varias veces ha salido del terreno para trasladarse a los medios de comunicación. Y justo cuando comienza la parte más importante de la temporada del 2009, Filadelfia hizo un movimiento con doble significado en su intento de repetir como líderes divisionales por tercer año consecutivo, al fichar al lanzador ganador de tres premios Cy Young, Pedro Martínez.
Martínez, quien pasó los últimos cuatro años con el uniforme de los Mets (y por lo tanto, odiando a los Filis), ahora estará del otro lado de la rivalidad. Y desde ya se prepara mentalmente para su primera visita al nuevo Citi Field de Queens, donde llegará vestido de rojo, un color que los locales odian tanto como los toros en días de corridas. "Repetir es demasiado difícil. Eso no pasa siempre, pero estamos en esa lucha", dijo Rubén Amaro hijo, gerente general de los Filis. Y en esa lucha, Martínez podría ser un soldado clave. "Vale la pena buscar una persona de esta calidad, que puede competir como él, que tiene el alma para salir adelante y que ahora tiene salud", dijo Amaro sobre la contratación de Martínez.
0 comentarios:
Publicar un comentario