Coche-bomba deja 91 muertos en ciudad paquistaní
Más de 200 personas resultaron heridas en el ataque en la ciudad de Peshawar PESHAWAR, Pakistán.- Un automóvil cargado de explosivos estalló el miércoles en un mercado atestado en el noroeste de Pakistán y dejó un tendal de 91 muertos. El ataque se produjo mientras la secretaria de estado norteamericana Hillary Rodham Clinton visitaba Pakistán para manifestar el apoyo de su país a la ofensiva paquistaní contra milicianos islamistas.
Más de 200 personas resultaron heridas en el ataque en la ciudad de Peshawar, el más mortífero en una intensificación de la violencia este mes. El gobierno lo atribuyó a milicianos que procuran vengarse de una ofensiva del ejército lanzada este mes contra al-Qaida y el Talibán en su bastión cerca de la frontera afgana.
La poderosa explosión destruyó gran parte de un mercado donde se vendían brazaletes, vestidos y juguetes, que era muy concurrido por mujeres y niños.
Varios edificios se desplomaron, incluyendo una mezquita, y otros comercios quedaron envueltos en llamas en un sector antiguo de la ciudad surcado de callejuelas. Varios heridos estaban sentados aturdidos y se veían restos humanos dispersos, mientras una enorme columna de humo gris se elevaba al cielo.
Numerosos voluntarios corrieron a rescatar a los sobrevivientes atrapados debajo de los escombros. Un edificio de dos pisos se vino abajo mientras los bomberos lo rociaban de agua, lo que provocó el pánico.
"Hubo un ruido ensordecedor y me quedé ciego durante algunos minutos", dijo Mohamad Usman, que resultó herido en un hombro. "Oí que mujeres y niños lloraban y empecé a ayudar a otros. En el aire había olor a carne humana".
Clinton, en su primera visita a Pakistán como secretaria de Estado, se encontraba en Islamabad en el momento del ataque. Hablando a la prensa, elogió la ofensiva militar paquistaní en Waziristán del Sur y ofreció el apoyo de Estados Unidos.
"Quiero que sepan que esta lucha no es sólo de Pakistán", afirmó. "Estos extremistas están dispuestos a destruir lo que es grato para nosotros tal como están dispuestos a destruir todo lo que es grato para ustedes. Por eso es también nuestra lucha".
Junto a la visitante, el canciller paquistaní Shah Mahmood Qureshi aseguró que la violencia no arredrará a su gobierno.
"La resolución y determinación no cejarán", dijo Qureshi. "Los responsables de esos crímenes atroces quieren debilitar nuestra determinación. Quiero decirles: no aflojaremos y los combatiremos. Lo haremos porque queremos paz y estabilidad en Pakistán".
Ningún grupo se atribuyó el ataque, lo que no es inusual, especialmente cuando las víctimas son civiles paquistaníes.
Sahib Gul, un médico en un hospital cercano, precisó que hubo 91 muertos y más de 200 heridos. Muchas de las víctimas fueron mujeres y niños.
Más de 200 personas resultaron heridas en el ataque en la ciudad de Peshawar, el más mortífero en una intensificación de la violencia este mes. El gobierno lo atribuyó a milicianos que procuran vengarse de una ofensiva del ejército lanzada este mes contra al-Qaida y el Talibán en su bastión cerca de la frontera afgana.
La poderosa explosión destruyó gran parte de un mercado donde se vendían brazaletes, vestidos y juguetes, que era muy concurrido por mujeres y niños.
Varios edificios se desplomaron, incluyendo una mezquita, y otros comercios quedaron envueltos en llamas en un sector antiguo de la ciudad surcado de callejuelas. Varios heridos estaban sentados aturdidos y se veían restos humanos dispersos, mientras una enorme columna de humo gris se elevaba al cielo.
Numerosos voluntarios corrieron a rescatar a los sobrevivientes atrapados debajo de los escombros. Un edificio de dos pisos se vino abajo mientras los bomberos lo rociaban de agua, lo que provocó el pánico.
"Hubo un ruido ensordecedor y me quedé ciego durante algunos minutos", dijo Mohamad Usman, que resultó herido en un hombro. "Oí que mujeres y niños lloraban y empecé a ayudar a otros. En el aire había olor a carne humana".
Clinton, en su primera visita a Pakistán como secretaria de Estado, se encontraba en Islamabad en el momento del ataque. Hablando a la prensa, elogió la ofensiva militar paquistaní en Waziristán del Sur y ofreció el apoyo de Estados Unidos.
"Quiero que sepan que esta lucha no es sólo de Pakistán", afirmó. "Estos extremistas están dispuestos a destruir lo que es grato para nosotros tal como están dispuestos a destruir todo lo que es grato para ustedes. Por eso es también nuestra lucha".
Junto a la visitante, el canciller paquistaní Shah Mahmood Qureshi aseguró que la violencia no arredrará a su gobierno.
"La resolución y determinación no cejarán", dijo Qureshi. "Los responsables de esos crímenes atroces quieren debilitar nuestra determinación. Quiero decirles: no aflojaremos y los combatiremos. Lo haremos porque queremos paz y estabilidad en Pakistán".
Ningún grupo se atribuyó el ataque, lo que no es inusual, especialmente cuando las víctimas son civiles paquistaníes.
Sahib Gul, un médico en un hospital cercano, precisó que hubo 91 muertos y más de 200 heridos. Muchas de las víctimas fueron mujeres y niños.
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